Me encantó la reunión del sábado, conocer otros ilustradores y platicar un ratito. Me tuve que ir antes porque se me congelaba el marido. Prometo no llevarlo la próxima... no, mentira, lo llevo bien abrigado.
Regresamos con ganas de volver a ser invitados y de comprarnos dos hurones.
Pago recompensa por saber quién se tomó el vino que les regale a Anie y a Mario.

Saludos a todos!
Ahí van unos separadores para el stand.